Emite CDH recomendación por tortura contra unidad modelo de antisecuestro
Carlos Quintero J.
La UECS es implicada en varios casos de robo, tortura y abuso de autoridad. Foto:archivo |
La intervención que tuvo un Juez de Control de Garantías, al
conocer tratos inhumanos en contra de dos personas detenidas, derivo en una
recomendación que la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Morelos
(CDHMORELOS) emitió por actos de tortura en contra de agentes de la Unidad
Especializada de Combate al Secuestro y la Extorsión (UECS).
Fue en la audiencia celebrada el jueves 18 de septiembre de
2014, que el juez de Primera Instancia Arturo Ampudia Amaro escuchó la
declaración de Lorenzo Olivares Pérez y Ponciano Flores Puebla, detenidos por
delitos contra la salud, quienes dijeron que los policías los golpearon, por
ese motivo ordenó al agente del Ministerio Público iniciar una investigación al
respecto.
El caso también lo conoció la CDHMORELOS, misma que dio apertura al expediente
número 789/2014-1, para investigar el hecho ocurrido la media noche del jueves
11 de septiembre de 2014, en una casa ubicada en la calle Leandro Valle del
poblado de Cuentepec, municipio de Temixco.
Lorenzo Olivares y Ponciano Flores declararon ante las
autoridades que tras ser aprehendidos por los agentes de la UESC, estos les
colocaron una bolsa de plástico en la cabeza, les dieron cachetadas, los
golpearon en las orejas después les pudieron una tela en el rostro y les
echaron agua.
"Me pusieron una bolsa de plástico en la cara y me
preguntaban por la hierba, pero no sabía nada, también sentí que me taparon la
cara con un trapo y me echaban agua en la nariz, yo sentía que me ahogaba y me
desmayé cinco veces" dijo Ponciano Puebla.
La esposa de uno de los hombres, Alicia C. M. de 40 años de
edad, refirió que esa noche, dormía en su casa, en compañía de Ponciano Puebla
y su familia, y al despertar observó a su alrededor a ocho personas
encapuchadas que sometieron a golpes a su marido.
"Ellos se refirieron a mi concubino como "Pedrito",
le preguntaron dónde estaban las armas y la droga, a lo cual les dijo que no
sabía de qué le hablaban, lo levantaron a la fuerza y lo tiraron al piso",
narró la mujer.
Alicia C. M. reclamó pero uno de los policías le dio una
cachetada y cayó en la cama, al tiempo en que el policía la amenazó al decirle que si se
levantaba le iba a dar un "plomazo". Ella respondió que lo iba a denunciar pero su
agresor le respondió que si lo hacía irían por ella hasta su casa.
Otro testigo Rodolfo F. V., vecino de la familia narró que
esa noche se encontraba en su casa cuando escuchó ruidos y al asomarse por su
ventana observó dos patrullas de la policía, de color azul, y alrededor de diez
policías.
Al cabo de 20 minutos, el hombre presenció el momento en que
Ponciano fue sacado de su casa por los policías, y después fue subido con violencia a una
camioneta cerrada de color blanco.
Los policías se robaron de la casa: 8 mil pesos, un reloj de
oro, una laptop y dos celulares; y a Ponciano le sembraron droga para ponerlo a
disposición del Agente del Ministerio Público por el delito contra la salud.
La puesta a disposición sólo la firmaron Margarito Cortes
Isidoro, agente de la UECS; Julio César Monte Bello Brito y Juan Carlos García
Castillo, Agentes de la Policía Acreditable de la Comisión Estatal de Seguridad
Pública; Marco Antonio Rubio Guerrero y Juan Carlos Benítez Téllez, agentes de
la Policía Federal Ministerial.
El 19 de septiembre de 2014, las dos personas detenidas
recuperaron su libertad pero al salir del Centro de Reinserción Social (CERESO)
Morelos, los mismos agentes los detuvieron nuevamente siendo acusados por el
delito de secuestro, por el cual fueron sentenciado a 25 años de prisión.
Los exámenes médicos realizados a Lorenzo Olivares y
Ponciano Flores confirmaron su versión aunado a las declaraciones de testigos,
y al informe que rindieron los propios agentes, quienes no pudieron
desvirtuar las imputaciones realizadas
por los quejosos.
En su resolución la Comisión de Derechos Humanos criticó la
actuación de la Fiscalía General del Estado (FGE) porque en todo momento dilató
la investigación y lejos de esclarecer el caso, protegió a los policías de la
Unidad Antisecuestros, que dirige la Fiscal Adriana Pineda Fernández.
La Comisión pidió al Fiscal General, Javier Pérez Durón dar inicio
a un procedimiento administrativo en contra de los agentes: "en razón de
las conductas que han precisado en el cuerpo de la presente recomendación;
debiendo informar periódicamente los avances que se logren en su integración
hasta su debida resolución".
La CDHMORELOS solicitó a Pérez Durón que ordene a los Agente
del Ministerio Público para que continúen con la investigación. "Habida
cuenta que de persistir la dilación de manera oficiosa se iniciara la queja
respectiva", menciona como segundo punto, la recomendación.
Debido a que la Fiscalía nunca designó un perito
especializado en actos de tortura y otros tratos inhumanos y degradantes para
confirmar la grave violación a los derechos humanos, la Comisión solicitó un
peritaje bajo los lineamientos del Protocolo de Estambul.
"De acreditarse el delito de tortura, se formule la
imputación ante el órgano jurisdiccional
competente y agotado el proceso se solicite a través del asesor jurídico
o el Ministerio Público la reparación del daño de las víctimas", plasma
el documento oficial.
Sin embargo a tres meses de emitida la recomendación
anterior, la Fiscalía es omisa para cumplir con las solicitudes hechas por el
organismo autónomo y encubre las actuaciones ilegales de la Unidad Especializada
de Combate al Secuestro y la Extorsión, la cual presume como "Modelo Nacional".
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